Efeso es una de las ciudades más grandiosas y mejor conservadas de la Antigüedad. Según la tradición cristiana, allí vivió y murió la Santísima Virgen María. Su casa es lugar de peregrinación y está llena de espiritualidad, junto con la la Basílica de San Juan evangelista. La antigua ciudad romana está llena de calles bordeadas de monumentos, entre ellos, la bellísima Biblioteca de Celsius y el Teatro, escenario de grandes espectáculos y acontecimientos.